Puede que no duela. Puede que no se note. Pero eso no significa que no esté haciendo de las suyas. Hablamos del absceso dental crónico, una infección silenciosa que puede esconderse durante meses o incluso años y que cada vez vemos con más frecuencia en pacientes de Salamanca. Si tienes una pequeña fístula en la encía o un sabor metálico constante en la boca, quizás no sea casualidad. ¿Podría ser que llevas tiempo conviviendo con un absceso sin saberlo?
¿Qué es un absceso dental crónico y por qué se forma?
Un absceso dental es una acumulación de pus provocada por una infección bacteriana. Cuando se vuelve crónico, quiere decir que el cuerpo ha intentado contener esa infección por su cuenta, formando una especie de «conducto» (una fístula) para liberar el pus de manera continua. No duele como un absceso agudo, pero eso lo hace más traicionero.
Causas frecuentes del absceso dental crónico
1. Caries no tratadas a tiempo
Cuando una caries llega a la pulpa del diente y no se trata, las bacterias pueden propagarse hasta la raíz y los tejidos que la rodean.
2. Traumatismos antiguos o necrosis pulpar
Un diente que ha sufrido un golpe, aunque no esté roto, puede desarrollar necrosis y convertirse en el origen de un absceso.
3. Tratamientos mal sellados o filtraciones
Empastes o endodoncias mal ajustados pueden dejar una vía libre para la entrada de bacterias.
Señales de alerta: ¿puedo tener un absceso y no saberlo?
A diferencia del absceso agudo, que duele y se inflama, el absceso crónico puede pasar completamente desapercibido. Estos son algunos de los signos a los que deberías prestar mucha atención:
1. Presencia de una fístula en la encía
Una pequeña bolita blanca o rojiza en la encía que drena líquido es, muchas veces, la válvula de escape de un absceso crónico. Si aprietas suavemente y sale pus o sientes un sabor desagradable, no lo dejes pasar.
Características de la fístula crónica
- Puede aparecer y desaparecer.
- Suele estar indolora.
- En ocasiones, solo es visible al hacer una radiografía.
2. Mal aliento persistente o sabor metálico
Las bacterias que generan la infección pueden liberar compuestos que alteran el sabor y el olor bucal.
3. Movilidad dental o leve inflamación
Un diente afectado por un absceso crónico puede empezar a moverse o sentirse «flojo». Además, las encías cercanas pueden estar inflamadas, aunque no necesariamente duelan.
Diagnóstico de absceso dental crónico en Salamanca
En las clínicas dentales de Salamanca, se utilizan distintas pruebas para confirmar la presencia de un absceso crónico.
1. Exploración clínica y evaluación de fístulas
El odontólogo puede detectar la presencia de una fístula o un cambio de coloración en el diente afectado.
2. Radiografía periapical
Es la herramienta estrella para localizar abscesos crónicos. Muestra lesiones óseas, zonas radiolúcidas (oscuras) que indican la presencia de una infección periapical.
Lo que revela una radiografía
- Pérdida ósea alrededor de la raíz.
- Presencia de una lesión apical crónica.
- Conductos radiculares posiblemente infectados.
3. Pruebas de sensibilidad pulpar
Sirven para saber si el diente está vivo o si hay necrosis, lo que justificaría la infección crónica.
Tratamientos efectivos para eliminar un absceso dental crónico
Una vez confirmado el diagnóstico, es fundamental actuar. Un absceso crónico no desaparece por sí solo y puede complicarse si no se trata a tiempo.
1. Tratamiento de conductos o endodoncia
El método más común para tratar un absceso crónico es realizar una endodoncia, eliminando el tejido infectado y sellando los conductos para evitar la reaparición de bacterias.
Ventajas de la endodoncia
- Conserva el diente natural.
- Elimina la infección de forma eficaz.
- Mejora la estética y funcionalidad del diente.
2. Reendodoncia
Cuando una endodoncia previa ha fallado, puede repetirse el tratamiento para limpiar los conductos de forma más exhaustiva.
Indicaciones para una reendodoncia
- Persistencia de fístulas.
- Radiografías que muestran lesión apical.
- Material de relleno antiguo o mal colocado.
3. Apicectomía
Si el acceso a los conductos es limitado, se realiza una pequeña cirugía en el extremo de la raíz para eliminar la infección desde fuera.
Cuándo recurrir a la apicectomía
- Fracasos repetidos de la endodoncia.
- Lesiones apicales de gran tamaño.
- Inaccesibilidad anatómica de los conductos.
4. Extracción del diente
Cuando el diente está muy dañado o la infección es demasiado extensa, extraer la pieza puede ser la única solución para evitar mayores complicaciones.
Indicaciones de extracción
- Fracturas radiculares.
- Pérdida ósea severa.
- Infecciones crónicas recurrentes.
Riesgos de no tratar un absceso dental crónico
Ignorar un absceso puede tener consecuencias graves. Aunque al principio no duela, con el tiempo puede derivar en infecciones más serias, afectando otros dientes, el hueso o incluso propagarse a otras partes del cuerpo.
Complicaciones más frecuentes
1. Celulitis facial o infección diseminada
La infección puede extenderse a tejidos blandos y causar inflamación visible en la cara.
2. Pérdida de dientes vecinos
El absceso puede afectar la estructura ósea y debilitar otras piezas.
3. Fiebre, malestar general y riesgo sistémico
En casos extremos, la infección puede pasar a la sangre y convertirse en una urgencia médica.
Prevención: ¿Cómo evitar desarrollar un absceso crónico?
La clave está en la prevención y en no dejar para mañana lo que se puede revisar hoy.
1. Acude al dentista al primer síntoma
No ignores el mal aliento, el sabor raro en la boca o una pequeña bolita en la encía. Cuanto antes se actúe, más sencillo será el tratamiento.
2. Revisiones periódicas en Salamanca
Una visita anual al dentista puede detectar abscesos crónicos antes de que den problemas.
3. Buena higiene oral y control de caries
Cepillado adecuado, uso de hilo dental y control del consumo de azúcares reducen significativamente el riesgo de infecciones crónicas.
El absceso dental crónico es un enemigo silencioso, pero no invencible. Detectarlo y tratarlo a tiempo puede evitarte muchos dolores de cabeza (literalmente) y preservar tu salud bucodental a largo plazo. En Salamanca, tienes acceso a profesionales que pueden ayudarte a mantener a raya este tipo de infecciones antes de que se salgan de control.